El flúor es un mineral natural que se encuentra en la naturaleza, lo podemos encontrar en el agua, la sal y en diferentes alimentos.

Se puede aplicar de dos formas:

• Tópico: se aplica directamente a la superficie del diente y es absorbida por éste. Se encuentran en productos de higiene oral personal tales como cremas dentales y enjuagues bucales que contienen una concentración de flúor segura y efectiva para combatir las caries. Estos productos se enjuagan en la boca sin tragarlos. El flúor tópico que administra el odontopediatra, como espumas, geles o esmaltes, es aplicado y se las deja actuar por unos minutos, a menudo durante un tratamiento de limpieza.
   
• El flúor sistémico: Es ingerido dentro del cuerpo mediante el consumo de agua con flúor, suplementos de flúor, alimentos (pescado – camarones) y bebidas (té). El fluoruro se deposita en los dientes en desarrollo.

¿Cómo trabaja el fluoruro en nuestro cuerpo?

• Se concentra en los huesos y en los dientes en desarrollo de los niños, fortaleciendo el esmalte.
• Ayuda a endurecer el esmalte de los dientes que ya están en boca.
• Cuando se pierden minerales en los dientes, el flúor hace que se recuperen todos los minerales evitando la caries.

Cuando sale el primer diente de nuestros niños, se debe usar un cepillo dental pequeño de cerdas suaves, e inicialmente cepillar sin crema hasta que tu hijo esté en capacidad de escupir o hacer uso de una crema dental sin flúor.

A partir de los 2 años o cuando el niño sepa escupir, es necesario incorporar crema dental con flúor, usando inicialmente una cantidad muy pequeña como el tamaño de una lenteja y la concentración de flúor adecuada que recomiende el odontopediatra según la edad y requerimientos especiales.

Ten presente que el flúor se debe usar con precaución ya que la administración inadecuada puede generar problemas, desde dolores estomacales, hasta la presencia de manchas en los dientes.